Desde tiempos lejanos, ha sido fundamental la presencia de los profesores en las aulas de las escuelas del mundo; ya que en ellos recae gran parte de la responsabilidad de la formación de seres humanos mejor preparados para enfrentar los retos de la vida; al menos en lo particular, no imagino un salón de clases sin la presencia del profesor. A lo largo de la historia los profesores han tenido que adaptarse a los cambios propios de cada época; e incluso me atrevo a decir que la sociedad también tuvo que adaptarse cuando se decide establecer a la escuela como institución de educación y al profesor como el máximo representante de la enseñanza en la misma.
Porque la aparición del telégrafo o la invención de Internet no deben de representar un obstáculo; sino al contrario, son inventos revolucionarios que, en lugar de representar un obstáculo para ejercer la labor de nosotros como profesores, deben convertirse en una herramienta que nos permita mejorar nuestras técnicas de enseñanza e incluso ampliar nuestros conocimientos para compartirlos con los alumnos. Se debe de trabajara para que herramientas como el Internet, estén presentes en los salones de clase y que esta permitan que los profesores hagan comprender a sus alumnos de una manera más didáctica todo el entorno que rodea al hombre.
Como en el pasado sucedió con el periódico, la radio o la televisión, no todo lo que ahí encontramos es verdad; lo mismo sucede en nuestro tiempo con Internet, y quién mejor para enseñarnos a seleccionar de manera adecuada, lo que verdaderamente es importante para nuestro aprendizaje o no, que los profesores. De ahí, que en lugar de estarnos cuestionado: en tiempos de Internet ¿de qué sirve un profesor?, lo mejor que podemos hacer, es buscar los mecanismos apropiados para que la misma se convierta en la mejor aliada en la práctica de la enseñanza.
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